PAN DE MIEL Y CANELA

Ya tenemos la segunda edición de "PANES BY ROBY" hoy con un buenísmo pan dulce de miel y canela, perfecto para el cafecito mañanero, cafecito de la tarde o de la noche, vamos que os va a durar un día, porque está tan rico que no os va a dar tiempo a que se ponga duro

¿queréis la receta?  Pues aquí la tenéis. Os recuerdo que los panes los hace mi marido ;)

Pan de Miel y Canela

Fantástico pan dulce muy sencillo de hacer, con un estupendo sabor, para acompañar el desayuno, merienda o simplemente porque sí.

Ingredientes:

400 g de harina de fuerza.

100 g de leche.

67 g de agua.

67 g de mantequilla (preferiblemente sin sal) a temperatura ambiente.

67 g de miel.

3 g de sal.

6 g de canela en polvo.

7 g de levadura de panadería en polvo.

1 huevo (para pintar la masa)

Elaboración:

Se pesan los ingredientes y se mezclan en un recipiente. No seáis escrupulosos y hacedlo con las manos y así notaréis cómo va evolucionando la masa.

Una vez mezclada, la pasáis a una superficie adecuada y la amasáis (estirando la masa, no desgarrándola) hasta que notéis que la masa está suave y elástica. No hace falta añadir más harina. Formáis una bola con la masa y la dejáis reposar en un recipiente tapado con un trapo durante una hora.

Transcurrida la hora sacáis la masa, la volvéis a amasar ligeramente, le dais la forma que os guste y la colocáis sobre papel de hornear en la bandeja que vayáis a utilizar para hornear. En este momento la pintáis con huevo batido y la dejáis fermentar durante una hora tapada con un trapo sin que esté en contacto con la masa, ya que se pegaría (yo suelo utilizar unos vasos el doble de altos que la masa y coloco el trapo encima para evitar que toque la masa). Hay que tener en cuenta que durante este tiempo la masa se hinchará y doblará su volumen, así que no coloquéis los soportes que utilicéis demasiado cerca de la masa.

Cuando queden unos quince minutos (depende del horno, los hay más rápidos y más lentos) para que termine la fermentación, encendéis el horno y lo precalentáis a 180º.

Cuando haya transcurrido la hora, volvéis a pintar la masa con huevo batido. Si queréis, le dais unos cortes como más os guste (no es necesario, pero puede quedar más chulo) y lo introducís en el horno, de forma que el pan quede en la parte media, durante unos 20 minutos, con calor arriba y abajo. El tiempo es orientativo, porque cada horno es diferente. Deberéis cogerle “el punto”, y eso se llama “probar hasta que conozcas tu horno”. De todos modos, veréis que coge un bonito color dorado y ese será el momento de sacarlo. Lo pasáis a una rejilla y dejáis que se enfríe... si lográis controlaros, claro, porque en ese momento la cocina estará llena de un fantástico aroma a canela que no hará más que deciros “cómeme, cómeme”.

Notas:

De las harinas que he comprado en diferentes supermercados, la que mejor resultado me ha dado, fuera de las de marcas específicas, es la de marca blanca de Mercadona y la de Carrefour.

Las levaduras funcionan bien todas las que he probado, pero procuro comprar la de Lidl porque los sobrecitos son justamente de 7g. Ojo, que sea levadura de panadería, no vale la de tipo Royal, que es la que se utiliza para los bizcochos, magdalenas, etc.