Yo no puedo estarme quieta, y los primeros días de la baja, que no podía prácticamente ni moverme, lo pasé realmente mal. Pero con ayuda y una silla, podía acercarme a la cocina y con un poco más de dificultad que otras veces no he parado de preparar masa de galletas porque se me había encendido un chip que no paraba de decirme, construye, construye...
Quizás ahora, que ya mi reposo acabó y ya he vuelto al trabajo me plantee hacer las casitas con algún muñequito de decoración en glasa, ahí ando dándole vueltas a la cabeza, pero de momento os voy a seguir mostrando mi trabajo mientras estuve escayolada
Esta casita decidí hacerla con mucha cristalera, ya que era la casita de vacaciones y tenía que tener mucha luz para que entrara bien el sol ya fuera en invierno o en verano
Las paredes con efecto de acabado de pintura hecho con la llana me encanta, además le di un color tierra que le favorece a toda la fachada
A la entrada, un porche muy viejo y con pintura ya craquelada por el paso del tiempo y una buhardilla muy recuqui para pasar buenos ratos
El tejado en esta ocasión, me apetecía hacerlo con efecto pizarra y la parte superior de la buhardilla con un tejadillo de madera
Para la sesión fotográfica utilicé las luces del árbol de navidad que metí por dentro de la casita, dándole ese toque tan colorido
Espero que os haya gustado mi casita de vacaciones.
Todavía hay más casitas que enseñaros, así que estaros pendientes